Donde las alegrias, dudas, temores y tooooodas las mojigangas que se me ocurran, tienen su espacio...

lunes, mayo 21, 2007

Un ratito nada más...


Si las vidas no se miden por los años transcurridos, sino por la intensidad, la tuya fue larga. Que no se dejen engañar por los 35, que parecían 30 como mucho (es que a los niños eternos como tú los años les pasan por encima sin dejar cicatrices, quizás- No sé- porque se ríen de ellas) .
Quien diria que Silvio y Cerati serian los últimos conciertos que gozarías. Ahora entiendo que no fue coincidencia que vinieran pegaditos, demasiada suerte pensé. ¡Que tonta! Fue cuestión de suerte sólo para los que nos colamos, ellos cantaron para tí. Tú no eras un fan cualquiera, estabas a la altura de esa despedida. Es que no solamente cantabas las canciones, las inspirabas. Eras de esos que pierden unicornios azules y andan entre canibales. Sí, un tipo tan raro como suena.
A cada rato con un cigarrillo en la boca, aunque algunos te decíamos que te iba a matar. Hoy me alegro de que no nos hicieras caso, en eso también estabamos equivocados. Igual que al confundir tu franqueza, con tosquedad y tus ganas de comerte el mundo, con prepotencia. Terco si eras y como tal no hiciste caso (¡Que fortuna!).
Y hoy todo se ve con la claridad del tiempo pasado. Un tiempo que si sospechabamos siquiera que daba la última vuelta en tu reloj de arena, habriamos luchado por retener (prolongar esa llamada de las 9 pm, las cervecitas de las 10, el besito de buenas noches de tus hombres que ya dormían, que el abrazo de tu esposa durara toda la noche)... Si hubiesemos tenido alguna pista Alex no te habría dejado escapar de su sueño (ese en el que anoche se reía escuchandote hablar de cuando fueras presidente). O como último recurso, Lilon amarraba tu fantasma a la pata de la cama, hasta que prometieras no partir (pero como siempre bromeabas, no tomó en serio tus pasos traviesos en su escalera).
Hoy te veo y no creo que seas el mismo. Ese amigo de mi hermana que adopté como amigo mio, que mi familia adoptó como amigo nuestro, un amigo de mis amigos. Es que tú no cabes en ese ataúd, ni tienes las manos frías. Estoy segura de que mañana enterrarán a un impostor. Tú te quedas conmigo (con nosotros).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si es que se puede ver algo positivo en una situacion de estas...es aprender de una vez que la vida es prestada. Invertimos tanta energia y ponemos tanto drama en lograr cosas, guardar para manana, que perdemos de vista la esencia de las cosas. Hoy hay tristeza en mi corazon..pero en el fondo hay consuelo de saber que fuiste uno de esos que no tuvo miedo de vivir...te vamos a extranar tanto!!

Naty dijo...

Hay muchos recuerdos con sonrisas... El dolor no puede con eso