Diantre... Por fin el frio que me llegaba a los tuetanos agarró sus maletas o al menos así parece... Los almendros florecen por todos lados anunciando la llegada de la primavera... Y el solecito está rico, el paisaje de postal: PERO ME ESTA MATANDO LA RINITIS (el polen creo que me está taponando los pulmones y que conste que no exagero)... Y es entonces cuando extraño a mi Quisqueya la bella, con su verano eterno, con un mar que está todos los días vestido de fiesta, con sus días sin prisa y sus noches con sabor a casa... Y me olvido del calor pegajoso, del desorden de las calles, de conducir en calles solo para campeones, de la bulla constante, de la rutina que a veces me cose alas y me lleva a volar... Conclusión: SE EXTRAÑA LO QUE NO SE TIENE, no importa el contexto, terminamos amando lo ausente y nos queda en los labios el sabor agridulce de los recuerdos...
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